Romances


A lo largo del Taller, los participantes han escrito sus propios textos basados en las fórmulas métricas de la poesía del Siglo de Oro, tanto para aprender esas formas y ritmos de manera práctica, como para explorar las motivaciones y subtextos de sus personajes desde la escritura. 
¿Qué romances cuentan el pasado oculto de los personajes del mito? 














ROMANCE DE UN CRIADO
Miguel Moreiras

Escuchad con atención
lo que paso a relataros,
donde muestro cuanto sufren
los lacayos en su tajo.
Sucedión en un mes de abril
en un sitio toledano,
donde mi señor Don Juan
recobró un cuantioso pago
de manos de un caballero
por las deudas que contrajo.
Doscientas doce monedas
preñaban tan rico paño,
que entregué a su nuevo dueño
con estas benditas manos.
¡Pesaba más que una mula,
que un cochino y que un caballo!
Don Juan lo guardó consigo
y partimos a hospedarnos
a una posada tranquila
que al señor recomendaron.
Durmiendo en la noche ya,
y en mis sueños, yo soñando,
siento que ardiendo en mi culo
hubo un porrazo llegado;
que a pesar de no previsto
fue muy grande imaginado.
¿Dónde están las dos monedas
que ahora faltan en mi saco?

Díjome el señor Don Juan
¡Doscientas diez he contado!
¡Oh, señor!, le supliqué
es injusto éste mal trago.
Vos mismo vio, que yo sólo
lo llevé de mano a mano.
Y tas un breve silencio
respondió desenfadado:
Quizás con ese dinero
aboné lo que he pagado.
Es cierto, con ello fue.
Es verdad, ahora que caigo.
Y se largó tan campante
a su aposento privado,
dejándome más en vela
que a la noche alumbra el faro,
con un dolor dolorido
y además sin mi salario.
Ésto es lo que sucedió
y ésta conclusión os largo:
El jefe tiende a acusar
y a defenderse el criado.


ROMANCILLO DE CHARLOTTE
Helen Boto

Charlotte es su nombre,
ruda campesina,
sólo en su interior
es bella la chica,
Don Juan la corteja,
será seducida y
de amor perderá
a su amada amiga.
Zagal juguetón,
que entre las vecinas
creaste una guerra,
sus almas, perdidas
dejaste truhán
empapadas de ira.

ROMANCE A DON JUAN 
Albano Matos

Ha llegado a nuestro pueblo
Un misterioso galán
Seduce a todas las damas
Parece todo un Don Juan
Cuentan que viene huyendo
De Francia, ¿Por qué será?
Ha llegado a mis oídos
Que es un famoso truhán 
Señoras tengan cuidado
No se vayan a confiar
Que he visto cómo a las chicas
Les guiña un ojo y se va
Si está casada o soltera
Vuelve para preguntar
Y con palabras bonitas
Casorio pide al final 
Con Berta lo vi en el lago,
Con Julia en el pajar,
En el bosque con Carlota
y cortejando a Luján.
Yo se muy bien lo que digo
de este inocente rufián,
le gusta más una amante
que dos mendrugos de pan.
Y lo mejor de esta historia
es lo que viene al final,
pues el granuja extranjero
que tanto da que hablar,
es él que les habla ahora,
este adorable juglar,
Moliere tengo de apellido
y mi nombre es Don Juan.

AMINTA
Marta Toba

Era Aminta una muchacha
que huérfana se quedó.
Y con su tía Jacinta
en su pueblo ella creció. 
Antes de morir su padre
Una condición dejó:
Cásala con un buen hombre
que la adore como yo.
Más por su mala cabeza
Tía Jacinta se quedó
tan pobre como las ratas
y con Ramón la casó
El era mayor que ella
pero el día que le vio
le pareció un caballero
y le robó el corazón
 Mas enseguida la dicha
en sordidez se volvió
El nunca paraba en casa
¡Que sola está sin amor!
Pero un día de verano
por el pueblo alguien cantó
que don Juan estaba cerca
¡Su esperanza renació!
¿Y si él viniese a mi casa?
¿Y si le gustase yo?
¡Amor te estoy esperando!
¡Sácame de esta prisión!
El resultado, una noche
un ruido la despertó.
Se levantó deseando
que fuese él ¿acertó?


COMENDADOR
Luis Mottola

En estatua quedo solo
con forma y buena figura
no teniendo compasión
emerge venganza y locura


LOCO DE AMOR A LAS OCHO
Iván Mínguez

Loco de amor a las ocho,                cómplice el  Guadalquivir
puntual , joven, risueño,                    dispuesto a poder decir,
a su llegada morena,                         sin parecer aprendiz,    
que me he estrellado en sus ojos        y no me dejan vivir,
que le regalo hasta el cielo                nada quiero para mí
sólo beber para siempre                    del vino de su matriz.

Como la corriente fría             la puñalada más vil
de manos de un mensajero     Ella no ha de venir
desde el infierno palabras        una, dos,  excusas mil
mentiras ante mis ojos              no dejaban de reír
 la luna que era de ella           se desplomó sobre mí.

¡Oh lágrima envenenada          date ya prisa en salir!
 tus hermanas les juro            no  saber jamás de ti,
espada como testigo,                la noche se ha vuelto añil,
¡Comience a temblar Sevilla      que el Burlador nació aquí!


EL CANCIONERO DE FABIA 
Mariel Peralta

Cuando la Fabia era joven
la cortejó un señorín
que con palabras torcidas
le demostró ser un ruin.
Triste pasó muchos años
después de aquella ocasión,
hasta que se sobrepuso
cuando la conocí yo.
Me contó su amarga historia
y desde entonces yo sé
que embaucador que ella pilla
la venganza usa en él.
Un día encontró a Don Juan
un galán, un tipo guapo
y con dos hermanas brujas
se divirtieron un rato.
Un conjuro de amor dieron
al caballero mezquino
y un padre desesperado
le remató su destino.

VERDADES EN JUEGO
Tisbea no romancea, octosalibea
Rebeka Biguria

Con Rosalía jugaba
a los mozos y a las madres
y entre cariños y vítores
a un compadre dimos pares.
Y al, “mío es” así díjome:
En su porte vos señales
que es a mí quien pertenece,
nobleza y rigor atañe
las que tienen condición.

Castía que tu soñares
no os otorga su valor,
!es candor quien trepa altares!
Mentís de tu impío honor,
nunca conocisteis madre
que arroparos vos pudierais.

Falsa arpía de truhanes
Ah! Mataros yo quisiera
hasta que juréis verdades.

[Dios, fuera cierto lo dicho,
no disfrazadas maldades
Presto a casa he de correr
para deshacer pesares]

¡Tía, Tía! Mi congoja
tu alivies y repares
¿Qué pasa pues vida mía?
Que mi madre está de viaje
para ganarme un futuro.
Cierto es dí, al instante.
Ah! Quien pudiera dar fín
con verdad a este romance
de distinta condición,
donde hombre y mujer amantes
nunca hallaron paz de amor.

[¡Dios! Mentira verdad es.]

ROMANCE DE MATHURINE
Mar Maroto

Era la moza ignorante,
de las que no saben cuentas,
de las que no cantan versos,
las que sólo labran tierra.
Desde niña trabajaba
de sol aluna sin tregua,
para ganarse la vida
más por deber que por fuerza.
Sus días eran sudores,
las noches eran condenas,
y en cada alba sentía
su vida ir por la puerta.
Supo por unos romances
de galanes de novela
que por las niñas hermosas
perdían todas sus prendas.
Dispuesta a medrar su vida,
a vivir pasiones plenas,
quiso torcer el camino
que el destino le pusiera.
Y aunque su pueblo era estrecho,
hallaría la manera
de conocer otros mundos
con más diversión que penas.
No quería la zagala
acabar de casadera
con uno de sus vecinos
toscos, míseros y berzas.
Esos eran para otras
mujercillas de su aldea
que no tenían virtudes
como las tenía ella.
A fuerza de imaginarlo,
una suerte le trajera
al caballero galán
de sus sueños y quimeras.
En el bosque lo encontró,
tras un árbol, por sorpresa,
con su porte y con su planta
y su peligrosa lengua.
Allí el galán la ganó
a fuerza de verborrea,
prometiéndole un edén
y una boda de primera.
Y allí dispuso con él
verle cada tarde entera
desde el mismo día siguiente
y en la misma parcela.
Henchida de amor sublime
ella a la cita acudiera,
con ramas de manzanilla
adornada su melena.
Pero el ingrato galán
allí estaba entre las hierbas
amando a otra muchacha
de su propia misma aldea.
Mentiras fueron sus besos
y mentiras sus promesas,
que el galán sólo jugaba
a engañar a casaderas.
Aprovechaba sus sueños
sus anhelos y carencias
para robarles sus besos
y meterse entre sus piernas.
Ambas mozas disputaron
del galán sus lisonjeras,
y él con palabras falsas
consiguió entretenerlas.
Las dos quedaron pensando
ser única compañera
del galán, que cuando pudo
huyó sin cumplir promesas.
Y la moza regresó
a labrar la dura tierra
aunque no perdió el afán
de conseguir su quimera.


ROMANCE DE DOÑA BRÍGIDA
Arantxa de Sarabia

Era Brígida muchacha
brillante, brava y lozana,
servía desde muy niña
de doncella de una infanta.
Vivía pues en palacio
más su oficio despreciaba,
dando servicio a una necia
con cara de porcelana.
Con Pancracio, el panadero,
presto sería casada,
pero ella que era ambiciosa
otra suerte deseaba.
Lucrándose con sus curvas
al buen Pancracio engañaba,
y sus enredos tejía
para ascender en la escala.
Un buen día llegó el Conde,
prometido de la infanta,
por preparar el casorio
unos días se quedara.
Era velludo y viril,
bello rostro y mejor planta,
vióle Brígida y pensó:
"a éste me lo merendaba".
Seducirle se propuso
para tenderle una trampa:
sobornarle tras gozarle
fingiendo estar de él preñada.
Crudamente planeó
toda su cruel jugada,
y a una hechicera compró
hierbas para verse hinchada.
Una noche calurosa
rozando la madrugada,
entró en su lecho desnuda
con ojos de feroz gata.
El Conde se puso bizco
mientras ella en horcajadas
le montaba como a un potro
con las manos amarradas.
De pronto un fuerte alarido
abortó la cabalgada,
era la infanta en sollozos
que horrorizada increpaba:
"Cómo pudiste, mal hombre,
mi virgo te reservaba,
y con ella, esta plebeya
mal nacida y desalmada".
Perdió Brígida su oficio,
su panadero, su casa,
su familia, honor y nombre,
en un momento de nada.
Visto su plan fracasado,
rabiosa y abochornada
falseó unas referencias
y a otras ciudades marchara.
Presentose a un noble viudo
cual beata dulce y casta,
y para ama de su hija
el ingenuo la contrata.
De su envite y rapapolvo
ella sacó una enseñanza:
de noche viciosa arpía,
de día discreta y santa.
De joven gozó a quien quiso
mientras el cuerpo aguantara,
ya vieja alcahueteó
a solteras y casadas.
Juergas, lujos y lujurias,
tejemanejes y chanzas
vivió libre Doña Brígida
hasta vestir su mortaja.


CELESTE AL FIN FUE CELESTINA
Tatiana de Sarabia

Para que os sirva de ejemplo
contar mi historia querría
Yo me llamaba Celeste
antes de ser Celestina.
 En una noche sin luna
mi madre me dió la vida
se desvaneció en sangre
y su flor quedo marchita.
Éramos cuatro hermanas
mi padre quiso quedarse
con la más bella y sumisa.
Triste y loco, me encerró
las otras casó deprisa.
Ardían mis carnes blancas
en esa cárcel sombría
En una noche de luna
escuché gemidos, risas;
Embrujada presenciaba
la llamada de Afrodita.
Sigilosa me escapé
a resolver el enigma.
En el bosque, dos amantes
desnudos, gloria divina
Él me sorprendió mirando
mi pulso en mi no cabía.
La despidió con un beso
ella emprendió su partida.
Sólos quedamos los dos
Yo por fin estaba viva.
No más sería Celeste.
Me bautizó Celestina
 Quiso que nos descubriesen
la luna llena y lasciva.
Nunca se perdonará
la deshonra de una hija
Mi desgracia mi libertad
mi destino al fin se hila

CON PROPÓSITO DE ENMIENDA
Eduardo “La Piñera”

Hubo una vez un Juán,
joven triste y desdichado.
Caminaba por Sevilla 
bien vestido y cabizbajo.
Dícese que su tristeza
la fraguó un amor en vano.
Una genovesa noble
en la Iglesia de Santiago,
rechazó por cinco veces
a Don Juán bajo el retablo.
Pidió a Dios que lo escuchara
que no lo dejara al lado.
No bastaron sus plegarias
y gritó a Su Dios y su amo:
-¡Mi venganza será eterna
 ponte entonces preparado!
Un tal Sánchez de Carranza
le mando a los Países Bajos.
Queriendo su buen amigo
que se pasase el enfado.
Cambió entonces su destino
y mató a todo español
que rezaba por su vida
y empuñaba contra el bárbaro.
No contento con la cosa
hasta Genova bajó,
con su único objetivo, 
profanar al Nupcial Tálamo
de cualquier esposa bella.
Y todo ello conquistado
junto con mil enemigos.
Quiso un Dios muy Burlador
a el muy joven de Don Juán.
a este destino entregarlo. 

EL NUEVO OFICIO DE INÉS
ROMANCE RIPIOSO 
Camino Rodero
Ya atraviesa los Henares / a lo lejos puedes ver,
una fragata pirata / que no se debe temer.
Es capitana del barco / aunque pueda sorprender,
a quien amor sepultó / la que llaman Doña Inés.
Ya veis que ella no va sola / que aparte del timonel,
mujeres van en la empresa / no una ni dos sino cien.
Recoge velas Tisbea / el ancla a tierra lancé,
a buen puerto hemos llegado / nuevo destino encontré.
Ahora mismo nos presento / que todos deben saber,
que a este pueblo hoy venimos / para salir del cliché.
Deshonradas por Tenorio / según pone en el papel,
de esta falsa información / esperamos despertéis.
No somos almas en pena / yo con Don Juan intimé,
sabiendo bien lo que hacía / que no estaba en embriaguez.
Nunca lo dice Zorrilla / Google no lleva a la web,
pero gozamos del sexo / tanto como lo hace él.
No pongan ojos en blanco / señoras no os espantéis,
por si tienen la impresión / de que somos de “FEMÉN”.
No airearemos nuestro pecho / cuando a misa os acerquéis,
lo único que queremos / es quitarnos el corsé.
Pensamos que es buena hora / para no más parecer,
una manada de idiotas / a ojos del que ahora nos relee.
Y esto es todo lo más nuevo / que damos a conocer,
ya nosotras seguiremos / esta peculiar turné.
Ya se sienten las sirenas / del que quiere reprender,
otra justicia nos toca / de este nuevo canciller.
Esta noche haremos fiesta / vengan todos al bajel,
beberemos Valdepeñas / y un buen whisky escocés.
Tengan cuidado en el tramo / no consienta aparecer,
la Esperanza derrapando / por encima de la ley.
Espero que tengan suerte / con el mancebo al que tentéis,
no como yo con Don Juan / que tiene una pequeñez.
Ya nos vamos despidiendo / y por favor no más dudéis
en cantarle las cuarenta / al que os pida un francés.
Lo último que pedimos / es que en nosotras penséis
mujeres a quien no manda / ni dios ni patria ni rey.
Disfruten todos los días / de su cuerpo y de su piel
no dejen que ningún autor / pueda pararles los pies.